Los gobiernos locales cuentan hoy con una serie de instrumentos de planificación que permiten, entre otras cosas, definir el uso de los suelos, la vocación de los territorios, prohibiciones y permisos de edificación, etc. entre ellos, el más conocido es el plan de desarrollo Comunal.
Por ello, la nueva ley de trasferencias de competencias, actualmente en comisión mixta, su tercer trámite constitucional, obliga a las regiones a desarrollar el Plan Regional de Ordenamiento Territorial, PROT, un instrumento de planificación que buscar coordinar la planificación urbana con la rural, lograr coherencia entre las propuestas de distintas regiones y el propio país.
Mientras la ley es aprobada, Subdere en conjunto al Laboratorio de Planificación Territorial de la Universidad de Temuco, se encuentra desarrollando talleres a lo largo del país, con secretarios ministeriales y profesionales de las divisiones de planificación. La idea, conocer los instrumentos desarrollados en cada uno de las regiones para ordenar el territorio, comenzar un proceso de acuerdo y coordinación entre las regiones para construir, en conjunto, un instrumento que no sólo sirva para el ordenamiento territorial de cada una de las regiones, sino que tenga una mirada y metodología común, que permita su integración.
“La idea es pasar de un plan de ordenamiento territorial por indicadores a un plan de ordenamiento territorial vinculante” enfatizó Fernando Peña Cortés, director del Laboratorio de Planificación Territorial de la Universidad de Temuco.
Durante la jornada de trabajo se conoció la experiencia de zonificación de las regiones de Coquimbo, Valparaíso y de la Región Metropolitana y se analizó la experiencia de la Región de Los Ríos que desarrolló un metodología piloto para la construcción de estos planes de ordenamiento territorial y se trabajó en talleres para debatir sus conclusiones, de acuerdo a la realidad de cada uno de los territorios.
El trabajo debe concluir el próximo año para comenzar su aplicación en cada una de las regiones y construir en conjunto una plan nacional que defina claramente las vocaciones de cada uno de los territorios del país, coordinados con los planes de desarrollo urbano, comunal y de zonificación costera.